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DECORACIÓN

por María de los Ángeles Belisario @infinitopositivo / fotografía Cortesía

La Mesa

MEMORIA Y REMEMBRANZA

En la mesa de nuestra infancia cons- en procesos depresivos. Entendiendo lo
truimos nuestra identidad, forjamos el importante que es este espacio a nivel psi-
arraigo por la tierra y sus sabores, descu- cológico y emocional ¿Cómo podemos sa-
Si hoy pudieses tomar brimos, por ejemplo, que la mejor halla- carle el máximo provecho a nuestra mesa?
Hagamos de ella entonces el punto de
ca la hace nuestra madre, no por el sabor
un vuelo al pasado y único e irrepetible que ella logra, sino por encuentro diario, el espacio que nos co-
cómo nos hacía sentir cuando nos co- necte con nuestros afectos, que no sea solo
reencontrarte con la míamos aquel plato típico de las fechas el lugar al cuál se acude en celebraciones
mesa de tu infancia decembrinas, ese que se había preparado especiales, rescatemos su importancia y
en familia, cargado del amor y el afecto de
transcendencia como centro de formación
¿Qué momento, nuestra tribu. social del ser humano.
Nos acercamos al fin de este año, y
La magia que rodea a la mesa confa-
qué comida y como es costumbre empezamos a progra- bula a lo largo de nuestra vida para man-
qué compañía mar celebraciones especiales con nuestros tenernos conectados, mantiene viva la
familiares y amigos, las fechas venideras
memoria, nutre nuestra alma, mente y
escogerías? nos hacen evocar todas esas memorias bo- espíritu, los sabores que guarda nos ha-
nitas de nuestra infancia, las del encuen- cen sentir cerca de casa, sin importar a
tro, la unión y el compartir la mesa con cuántos kilómetros de distancia estemos,
aquellos que amamos, son ellas el motor la mesa es el espacio dónde las almas se
que nos impulsa a querer celebrar hoy, y encuentran, aprovechemos entonces sus
es así como construimos las tradiciones fa- bondades para construir de manera cons-
n la mesa revivimos y construimos miliares, repitiendo aquello que nos hizo ciente las memorias más especiales mien-
memorias para la vida. En ella se especialmente felices en el pasado. tras compartimos el pan en compañía de
Edegustan los sabores de nuestra Esta época me invita entonces a re- nuestros afectos.
niñez, gracias a todos aquellos recuerdos flexionar de forma especial sobre la trans- Vistamos nuestra mesa de gala cada
que nuestro cerebro guardó con recelo: cendencia de la mesa dentro de la familia. vez que podamos, no solo por las hermo-
aquel guiso insuperable de la abuela servi- Estudios de la Universidad de Canadá y de sas piezas que dispondremos en ella, sino
do en la vajilla con diseños de color verde, la Universidad de Helsinki han demostra- por los sentimientos y emociones positivas
la suavidad y temperatura del pan calien- do que los niños que comparten al menos que entregaremos a quien convidemos.
te recién salido del horno y que nos hacía una comida al día en torno a la mesa con Convirtámonos no sólo en los mejores an-
sentir queridos, el olor de aquella sopita su grupo familiar, serán menos propensos fitriones, sino en hacedores de memorias
que preparaba mamá en el momento co- a incurrir en adiciones, a ser violentos o felices para nuestra familia y amigos. Que
rrecto, esa que tenía la magnifica cualidad a ser víctimas de violencia, también ten- poderoso resulta hacernos parte de la vida
de recomponernos el alma. drán menor inclinación al suicidio y a caer del otro de una forma tan especial.

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